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A raíz de la Expo de 2008 Zaragoza acondicionó la zona del meandro de Ranillas. Allí permanecen las instalaciones de la Expo y el Parque del Agua, lugares ideales para recorrer con nuestra mascota y conocer la cara más moderna de la ciudad.

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Inicio: Parada de tranvía Clara Campoamor

Final: Parada Ronda de Rabal, autobuses de línea Ci1 o Ci2

Puntos de interés: Ciudad de la Justicia, pabellón de Aragón, pabellón de España, Acuario Fluvial, pabellón Puente, Palacio de Congresos, Torre del Agua, puente del Tercer Milenio, Parque del Agua.

Distancia de la ruta: 7 km.

Tiempo invertido: 2 h. y media.

Consejos: Usar zapato y ropa cómoda; ruta propicia para el verano, pero evitando los días de excesivo calor; llevar agua o algún otro líquido para hidratarse, en días soleados de verano usar gorra o similar para protegerse del sol.

Calorías consumidas: 250 kcal.

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Comenzamos nuestra ruta desde la parada Clara Campoamor del tranvía, avanzamos por la calle Gómez de Avellaneda y bajamos por la calle Sor Juana de la Cruz hasta llegar a la avenida Ranillas. Antes, atravesamos el parque del Respeto, un amplio espacio verde ideal para pasear a nuestra mascota. La Exposición Internacional de 2008 ha sido uno de los principales eventos que ha vivido Zaragoza en los últimos años y ha permitido a la ciudad acometer una serie de obras de urbanización, acondicionamiento y mejora de la zona que actualmente conocemos como meandro de Ranillas.

Empezamos el recorrido por el recinto Expo atravesando la Ciudad de la Justicia, donde se congregan todos los servicios judiciales de Zaragoza en un solo espacio; dos edificios modernos y funcionales que ocupan 65.000 metros cuadrados, en los que se instalan 62 juzgados. Desde aquí podemos divisar también la pasarela del Voluntariado, dedicada a los voluntarios que participaron en la Expo 2008 y que ha permitido acercar dos barrios de la ciudad Actur y Almozara.

En esta zona contemplamos dos de los pabellones más emblemáticos de la Expo: el de Aragón y el de España. El pabellón de Aragón destaca por su peculiar forma imitando las cestas de mimbre típicas aragonesas, conseguida a base de paneles entrelazados de vidrio y micro-hormigón con fibra de vidrio blanco. El de España supone una apuesta por una arquitectura comprometida con el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Reproduce un bosque de pilares que envuelve diáfanos volúmenes de vidrio, concebido bajo criterios de ahorro energético, con una gran cubierta que proporciona sombra al edificio. Toda la zona de la Expo es perfecta para pasear o hacer algo de ejercicio, corriendo o en bicicleta. Además, es un espacio amplísimo con muchos puntos verdes y zonas de descanso también adecuado para recorrer con nuestra mascota alejados del centro de la ciudad.

Cercano a esta zona encontramos uno de los mayores puntos de interés de esta zona: el Acuario Fluvial de Zaragoza, el mayor de Europa y el tercero del mundo. En sus instalaciones se exhiben cerca de 5.000 ejemplares de más de 300 especies animales de diversas áreas biogeográficas del planeta, que se reparten entre 60 peceras y terrarios que recrean un recorrido por los cauces de cinco de las grandes redes hidrográficas del planeta. Además, en la parte alta de este acuario hay un restaurante que ofrece una cocina tradicional aragonesa elaborada con los productos típicos de la región. Destaca su terraza chill-out, en la que podemos relajarnos contemplando unas bonitas vistas de la ciudad.

Nos dirigimos a continuación hacia el Palacio de Congresos y la Torre del Agua. A lo largo de este camino encontramos algunos bares en los que podemos interrumpir momentáneamente nuestra ruta para tomar algo. Al final de este recorrido llegamos al Palacio de Congresos, que dibuja en el entorno de la Expo un perfil quebrado y variable -ascendente y descendente- dialogando con los diferentes espacios que alberga en su interior. Consta de tres partes bien delimitadas, zona de exposición, vestíbulo y salas de reuniones y el auditorio. Aquí destaca la escultura “El alma del Ebro” de Jaume Plensa compuesta a base de letras con un interior hueco que invita al espectador a introducirse en la figura para mirar desde dentro hacia el exterior.

A su lado encontramos la Torre del Agua, que tiene 76 metros de altura y puede plantearse como una dualidad que aúna dos elementos separados conformando un edificio singular: un zócalo, que permite salvar todas las exigencias del terreno de 13 metros de altura en su parte más visible; y un cuerpo acristalado y transparente cuya condición escultórica en forma de gota de agua lo constituye como símbolo emblemático.

Desde aquí avanzamos hacia los dos puentes más representativos de las instalaciones de la Expo: el Pabellón Puente, en forma de gladiolo, que cuenta con dos plantas expositivas, y el Puente del Tercer Milenio, construido en 2008 por el arquitecto oscense J.J. Arenas de Pablo. Se trata de un gran puente de arco elevado atirantado, el más largo del mundo, de 270 metros de longitud que permite cruzar el cauce del río Ebro con total limpieza.

Una vez aquí podemos comenzar nuestra excursión por el Parque del Agua Luis Buñuel. Con una extensión aproximada de 120 hectáreas, es un nuevo concepto de parque urbano que combina amplias zonas verdes con diversos servicios y actividades para todos los ciudadanos. De igual manera que el recinto Expo, esta zona es ideal para recorrer corriendo o en bicicleta, ya que cuenta con más de 15 kilómetros de caminos para bicis, así como para pasear con la mascota entre los más de 10.000 árboles que forman este parque.

Comenzamos el camino adentrándonos por la rampa que nace sobre el edificio de servicios y restauración. En este primer tramo encontramos parte de los jardines botánicos, como el conocido como arboretum. Llegamos a la mota que bordea el centro del meandro, ascendemos y continuamos hacia el sur.

En el vértice del lago de la playa desciende una senda hacia el soto: una selva en medio de la ciudad. Este camino continúa entre el espesor de la vegetación hasta que llegamos a un lugar en el que un camino a nuestra izquierda nos adentra hasta la misma orilla del río. El acceso hasta esta zona dependerá del caudal con el que baje el Ebro. Mientras caminamos por este espacio natural encontraremos diferentes chopos y álamos de gran envergadura. La senda por el soto llega a su fin con la conocida como “isla de los pájaros”, donde anidan multitud de aves protegidas por el agua.

Abandonado el soto, nos adentramos en el terreno del parque subiendo a lo alto de la escollera. Nos encontraremos a la altura de la Torre del Agua, en la zona norte del parque. Para iniciar el recorrido andaremos por el camino que sobre la escollera se dirige al sur, al vértice del meandro. Más adelante seguiremos por el paralelo al canal de aguas tranquilas. A nuestra derecha queda el parque de aventura y las repoblaciones de los sotos.

Continuamos hasta el final de este camino para torcer a la izquierda, donde están los jardines acuáticos en los que crecen diferentes plantas adaptadas a ese medio. Tras recorrer los jardines, saldremos de ellos por el puente que pasa sobre el canal para dirigirnos al norte. Encontramos a nuestra izquierda el jardín del Ebro, en el que hallamos un primer tramo con chopos, álamos y sauces y un segundo con plantas esteparias.

Volvemos de nuevo hacia el norte para bordear el jardín de los alimentos. El primer espacio contiene los alimentos de la huerta. Siguiendo el camino aparece el olivar, representado asimismo en otras zonas del parque con ejemplares de gran tamaño y edad. Por el camino encontraremos diversas variedades de frutales, mientras que en otro de los cuadros se han plantado viñas y más árboles frutales.

El recorrido por los alimentos llega hasta el lago junto al embarcadero. En el vértice, podremos observar un grupo de viejos árboles frutales que se han mantenido. Alcanzamos entonces un nuevo puente que nos da acceso al último de los jardines botánicos, el exótico, en el que destacan los lirios, los bambúes y las palmeras. Abandonamos la zona de jardines botánicos saliendo por el último espacio, dedicado a plantas aromáticas.

Llegamos entonces a la zona más lúdica y deportiva del Parque del Agua. Para los más pequeños, el parque cuenta con una zona infantil que abarca más de 3.000 m2. En total cuenta con más de 20 elementos de juego dirigidos a edades comprendidas entre los 4 y los 12 años. Destacan una torre con dos toboganes de más de cuatro metros de altura, una pirámide de escalada, una pista de fútbol infantil, así como columpios, balancines, casetas infantiles o una rayuela, entre otros. En esta misma zona encontramos el Teatro Arbolé y un buen número de centros de hostelería u ocio. El Teatro Arbolé es un espacio en el que se realizan actividades culturales como teatro, música, danza o convenciones. El teatro cuenta con 250 butacas donde se ofrece una programación muy variada. Además, ofrece talleres y cursos de títeres y marionetas. Entre los centros de ocio y hostelería que existen en este mismo paseo destacan el juego de láser Quasar Élite, el parque infantil Balambambú y el restaurante Bocados que cuenta con terraza climatizada. En verano merece la pena dirigirnos hacia la zona de playas. El palmeral nos introduce en esta exótica atracción que ha dotado a Zaragoza de una auténtica playa de blancas arenas y zona de juegos acuáticos. Girando hacia el norte, alcanzamos el parque de aventura, que con sus estructuras de madera se integra en el paisaje del parque.

Bordeando el lago en el que confluyen los canales alcanzamos el azud, por encima del cual podemos pasar hasta el edificio del embarcadero, interesante también durante el verano. Allí tenemos servicios de bar cafetería, con una hermosa terraza.

Poco más arriba del embarcadero encontramos uno de los principales atractivos recreativos del parque: el canal de aguas bravas artificial. En él se pueden practicar rafting, hidrospeed y open kayak en diferentes grados de dificultad. Por otra parte, recorriendo el paseo de la Noria encontramos otras dos ofertas de ocio muy interesantes: el campo de golf y el centro hidrotermal. El campo de golf cuenta con 8 hectáreas con un recorrido de 9 hoyos. Existen distintas y variadas zonas de entrenamiento, con una amplia pista de prácticas y putting green. Por su parte, el centro hidrotermal es un centro que combina agua, salud y deporte. Alberga un gran centro termal con piscina interior y exterior, calles de natación, geiser, camas de agua, zonas de relax, sauna, etc y ofrece sofisticados tratamientos de estética. La parte deportiva cuenta con un gimnasio con sala de pilates, yoga, spinning y musculación. Existen servicios paralelos como parking, peluquería o guardería.

El recorrido por la oferta lúdica del parque del Agua termina junto a la noria y el edificio de cabecera, desde donde arrancan las aguas que recorren este espacio. Salimos entonces del parque cogiendo los autobuses Ci1 o Ci2 en las paradas de Ronda de Rabal, en la calle Pablo Ruiz Picasso.

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