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Admira

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En esta ruta conoceremos dos espacios verdes muy característicos de Zaragoza: el Parque Grande y el Canal Imperial, así como varias construcciones arquitectónicas destacadas.

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Inicio: Parada de autobús Plaza Emperador Carlos V, línea 35

Final: Parada de tranvía Casablanca

Puntos de interés: Auditorio, La Romareda, Cámara de Comercio, Monumento a Alfonso I El Batallador, Fuente de la princesa, Jardín Botánico, miradores del Parque Grande, Fuente de los Incrédulos.

Distancia de la ruta: 7.5 km.

Tiempo invertido: 2 horas.

Consejos: Calzado cómodo y llevar agua para hidratarse.

Dificultad: Fácil. La única dificultad es una cuesta pronunciada para acceder al mirador en lo alto del Parque Grande.

Calorías consumidas: 320 kcal.

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Cogemos el autobús de línea 35 para llegar a la parada Emperador Carlos V o las líneas Ci1, 42 y 53 hasta esa misma zona. Desde ahí podemos llegar fácilmente al Auditorio, la Romareda y el Parque Grande. También aquí destacanotros edificios característicos como la Cámara de Comercio o la Cámara de Cuentas.

El Auditorio es una sala de conciertos que también actúa como Palacio de Congresos. Este espacio está destinado a acoger ferias, exposiciones, conciertos... El arquitecto aragonés José Manuel Pérez Latorre fue el responsable de diseñar este edificio, que se inauguró el 5 de octubre de 1994. Es una instalación que destaca por su versatilidad.

Este complejo cuenta con varios espacios diferenciados entre los que se encuentra la Sala Mozart, principal sala de conciertos con un escenario de 340 metros cuadrados. Junto a ella, la sala Multiusos, con una superficie de sala de 2.215 metros cuadrados y un escenario de 425 metros cuadrados. Su capacidad es de 6.500 personas de pie o 2.500 sentadas. También hay que mencionar la sala Luis Galve, utilizada para conciertos de cámara; la sala Mariano Gracia, utilizada para reuniones y conferencias; la sala de videoconferencia y la sala hipóstila.

Justo al lado del Auditorio se levanta el estadio municipal de La Romareda, campo en el que juega el Real Zaragoza. La Romareda fue inaugurada el 8 de septiembre de 1957 y su capacidad oficial es de 34.596 espectadores. Ha sido remodelado en varias ocasiones: en 1977 se terminaron de construir los nuevos graderíos cubiertos y en 1982, con motivo del Mundial de Fútbol, se construyeron los asientos en las cubiertas generales. En 1994 el campo alcanzó su aspecto actual tras convertir todas las localidades en asientos. El Real Zaragoza es el séptimo equipo español con más amplio palmarés, ya que cuenta en sus vitrinas con seis Copas del Rey, una Supercopa de España, una Copa de Ferias y una Recopa. Todos estos trofeos pueden verse en el Museo del Real Zaragoza, que se encuentra próximo a la Romareda, junto a la tienda del club. 

Tras recorrer los aledaños del Auditorio y la Romareda podemos adentrarnos en el Parque Grande. Comenzamos el recorrido por la avenida San Sebastián hasta la gran fuente y el monumento a Alfonso I El Batallador. De camino encontramos a mano izquierda el Quiosco de la Música, diseñado en 1908 con motivo de la Exposición Hispano Francesa y que hoy en día sirve para acoger pequeños conciertos.

A mano derecha dejamos la fuente de la Princesa, conocida también como de Neptuno, que destaca por ser la primera fuente urbana monumental de Zaragoza, y el Jardín Botánico, que se encuentra en este parque desde 1970 y ofrece la oportunidad de conocer diferentes especies vegetales, forestales, coníferas y arbustivas propias de Aragón y el resto del mundo.

La avenida San Sebastián concluye en las escaleras que conducen hasta el Monumento al Rey Alfonso I El Batallador, uno de los rincones más característicos y hermosos del parque. Alfonso I reconquistó Zaragoza en el año 1118 y su monumento se inauguró en el año 1925 con motivo del octavo centenario de la Reconquista de Zaragoza.

Tras contemplar las preciosas vistas de la ciudad desde este monumento, podemos bajar y continuar por la avenida de los Bearneses, donde las altas copas de los árboles se unen formando una bóveda de aspecto umbrío al paseo. Aquí encontramos, a mano derecha, la Rosaleda, pequeño espacio que se construyó en 1940 y que cuenta con varios rosales que se enredan entre la estructura de hierro, convirtiendo este lugar en un ambiente propicio para descansar de la ruta y relajarse entre la vegetación. Además, a lo largo de este camino encontramos diversas fuentes en las que el visitante puede hidratarse o refrescarse.

A lo largo de esta avenida encontramos una colección muy variada de flora y fauna; pájaros como el zorzal común y el petirrojo sobrevuelan plantas como la morera, melia o plátano de sombra. Así llegamos hasta el Rincón de Goya, obra creada, en el año 1927, por el arquitecto zaragozano Fernando García Mercadal y que fue la primera obra de concepción racionalista que se realizó en España.

Podemos concluir el recorrido por este gran espacio verde subiendo por el paseo Colón hasta los miradores del parque, un tramo con una pronunciada cuesta, pero que merece la pena realizar para contemplar una extraordinaria vista panorámica de la ciudad.

Tras ello, podemos continuar el camino siguiendo el Canal Imperial por el paseo Colón y el paseo Reyes de Aragón. Es posible emprender el recorrido por cualquiera de las márgenes del Canal. Se trata de una ruta sencilla, excelente para recorrer a pie o en bicicleta.

El trazado del Canal Imperial a su paso por la ciudad forma parte del Anillo Verde de Zaragoza. Un corredor natural que rodea la capital aragonesa y que conforma un espacio perfecto para practicar deporte o simplemente pasear en un ambiente en el que los juncos y los patos dibujan un ambiente especial.

Terminamos la ruta en Vía Ibérica, donde encontramos las esclusas de Casablanca, una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes del siglo XVIII. Dichas esclusas enfiladas servían para regular la altura del nivel de las aguas del Canal Imperial de Aragón antes de cruzar el Río Huerva. Continuando por Vía Ibérica podemos ver la Fuente de los Incrédulos, construida por orden de Ramón Pignatelli en 1786 como demostración de la llegada de las aguas del Canal Imperial a Zaragoza. Además, este también es el lugar donde se firmó la capitulación de Zaragoza en 1809. Finalmente, podemos coger el tranvía en la parada de Casablanca o el autobús de línea 42, 57, 58 en Vía Ibérica./p>

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