Sueña

Zaragoza siempre ha sido una ciudad vinculada a los libros y si hay una zona que destaca por sus muchas librerías es la de la plaza San Francisco, en la que también se encuentra la Ciudad Universitaria y el mercadillo dominical de filatelia y numismática.

Comenzamos la ruta en la parada de autobús de paseo Pamplona 1, donde llegamos gracias a las líneas de autobús 21, 33, 34, 38 o 51. Aquí podemos contemplar el Edificio Paraninfo. Inaugurado en 1893, este edificio, proyectado y dirigido por el arquitecto Ricardo Magdalena, es el único declarado Bien de Interés Cultural de todas las construcciones universitarias y se ha convertido en la imagen institucional de la Universidad de Zaragoza. El Paraninfo fue uno de los edificios más sobresalientes en España en su época y contribuyó a la renovación de la arquitectura aragonesa entre finales del siglo XIX y principios del XX. Es la antigua facultad de Medicina y Ciencias de Zaragoza, que fue la primera oficialmente reconocida en España. Alberga espacios expositivos, con una oferta cultural de gran interés. Además cuenta con un bar-restaurante abierto al público así como una tienda-librería universitaria. Colindante a este edificio se encuentra la Facultad de Economía y Empresa.

Nos dirigimos a Gran Vía, inaugurada en 1924 y que con la construcción de la Línea 1 del Tranvía cambió de cara fruto de una remodelación completa, ya que amplió su espacio peatonal y redujo el tráfico. Con esto se consiguió una mejora de la calidad ambiental importante, gracias a una completa remodelación urbanística bajo un proyecto de ciudad pensada para el ciudadano. Podemos pasear por el bulevar central, en el que encontramos diferentes bares, áreas de descanso o de recreación para niños. Además este camino cuenta con carril bici en ambos sentidos.

Dejamos a nuestra izquierda la Estación de Cercanías Goya y comenzamos a recorrer Fernando el Católico. La primera librería que encontramos es la librería París, abierta en agosto de 1963, en época de censuras y prohibiciones. Actualmente cuenta con libros de todo tipo y es un lugar ideal al que acercarse para recibir consejos o recomendaciones sobre los mejores títulos.

A continuación, nos adentramos por la calle Corona de Aragón para llegar a las librerías Central, Central de Textos y Círculo, pertenecientes al mismo grupo. La Librería Central se inauguró en 1981 y cuenta con una superficie de 2.500 metros cuadrados, dividida en secciones generalistas. Además, cabe destacar su variada gama de productos de papelería, juegos, software y vídeos educativos. También dispone de una Sala Cultural donde se realizan diferentes actividades relacionadas con la lectura. Por su parte, Central de Textos está especializada en libros de texto, mientras que la librería Círculo destaca por sus publicaciones especializadas, sobre todo en derecho y empresa.

Volvemos hacía la calle de Fernando el Católico para dirigirnos a la calle Baltasar Gracián, donde se encuentra la librería Hermanos Vidal, una de las más peculiares de la zona. En este comercio encontraremos libros usados y de segunda mano, una visita obligada dentro de esta ruta aunque no tengamos intención de comprar.

Avanzando unos metros llegamos hasta la plaza San Francisco, un gran espacio de forma rectangular, situada muy cerca de la puerta principal de la Ciudad Universitaria. Aquí destaca el monumento a Fernando el Católico, una estatua en bronce de 5,5 metros de altura que se apoya sobre un pedestal de ocho metros, en el que se encuentra un relieve de bronce que representa la boda de los Reyes Católicos. Esta obra, de Juan de Ávalos García-Taborda, fue inaugurada el 15 de octubre de 1969, coincidiendo con el quinto centenario del famoso matrimonio.

Con motivo de la construcción de la primera línea del tranvía, que cruza esta plaza, durante el año 2009 el centro de la misma fue objeto de una remodelación que dio lugar a su diseño actual, dejando el monumento a Fernando el Católico mucho más visible.

Los domingos se celebra en esta plaza un conocido mercadillo de filatelia y numismática. Aquí podremos encontrar artículos de coleccionismo como sellos, monedas, cromos, minerales y fósiles; malacología (conchas); postales, billetes de lotería, fotografías y objetos en soporte de papel; condecoraciones militares, juguetes, dedales, etc. Todos los domingos de 9:00 a 14:00 horas coleccionistas de toda la ciudad y toda la Comunidad se acercan hasta aquí para intercambiar sus productos.

Esta zona de ambiente universitario también es propicia para tomar algo o tapear en lo numerosos bares que hay en el entorno. Locales en los que ofrecen tapas de todo tipo, desde las más tradicionales y sencillas, a los platos más elaborados. Cabe destacar que con la llegada del buen tiempo la plaza San Francisco se llena de terrazas.

En la plaza San Francisco tenemos además dos librerías clásicas: Cálamo y Pons. La librería Cálamo está especializada en libros de filosofía, política, historia, arte y guías de viajes. Abrió sus puertas en octubre de 1983 y en 1989 recibió el “Premio a la mejor labor cultural realizada por librerías” otorgado por el Ministerio de Cultura. Posteriormente, en 2001, obtuvo el Premio Nacional Librería Cultural que otorga la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, CEGAL. En la misma plaza encontramos también Cálamo Infantil, especializada en literatura para niños y jóvenes. Por su parte, la librería Pons es una de las más antiguas de la ciudad especializada en matemática pura y aplicada; estadística y biblioteconomía, archivística, bibliografías y bibliofilia.

Cruzamos la plaza para adentrarnos en la Ciudad Universitaria. En este campus se encuentran la mayoría de las facultades con las carreras y posgrados que se imparten en Zaragoza y cuenta con un gran número de zonas verdes y de descanso. El punto de partida real para la Universidad fue el 10 de septiembre de 1542, cuando el emperador Carlos V firmó en las Cortes de Aragón un privilegio que elevaba un estudio de artes anterior al rango de “Universidad general de todas las ciencias”. En noviembre de 1582 Pedro Cerbuna, prior de la catedral de San Salvador de Zaragoza, aportó los medios económicos necesarios para abrir la nueva universidad, que se inauguró el 24 de mayo de 1583. Entonces contaba con las facultades de Teología, Cánones, Leyes, Medicina y Artes.

A lo largo de sus cinco siglos de historia, por las aulas de la Universidad de Zaragoza han pasado personajes de la talla del botánico y economista Ignacio de Asso, el bibliógrafo Félix de Latassa, el geógrafo Isidoro de Antillón, el médico Santiago Ramón y Cajal (Premio Nobel en 1906) o el libertador de Cuba, José Martí. Asimismo, la Universidad ha concedido su máxima condecoración, el Doctorado Honoris Causa, a figuras de la talla de Luis Buñuel, Ramón J. Sender o Rigoberta Menchú.

La Universidad, en sus siglos de existencia, ha ido conformando un patrimonio cultural de alto valor e interés. En lo fundamental, este patrimonio está integrado por objetos de carácter histórico-artístico, pero también por otros vinculados al mundo científico-técnico que en su momento sirvieron para la docencia en los distintos centros universitarios.

En este campus encontramos la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud y las facultades de Ciencias Sociales y del Trabajo, de Educación, de Medicina, de Ciencias, de Derecho, y de Filosofía y Letras, así como el Edificio de Interfacultades, Rectorado y la biblioteca María Moliner.

De entre sus edificios destaca el de la Facultad de Derecho, levantado por Regino Borobio en los años cuarenta del siglo XX, y que tuvo que ser ampliado con la construcción de dos bloques más debido al incremento de alumnado en los años 70 y 80. El 23 de abril de 2012, las Cortes de Aragón entregaron a la Facultad de Derecho la medalla de la Institución, en atención a ser el máximo exponente del Derecho en Aragón.

Por otra parte, destaca también la Facultad de Ciencias. No fue hasta 1962 cuando se empezaron a impartir estos estudios en la Ciudad Universitaria, ya que anteriormente la facultad se situaba en el actual Paraninfo. La creación de nuevas carreras, el aumento de alumnos, así como las nuevas necesidades en laboratorios de docencia e investigación propiciaron la construcción de nuevos edificios en el campus de San Francisco. En el centro de Ciencias Geológicas encontramos otra sección del Museo Paleontológico, la Sala Lucas Mallada. Ésta contiene especímenes fósiles de plantas y animales vertebrados e invertebrados que ilustran la historia de la Tierra desde el comienzo de la vida. En una serie de vitrinas centrales se expone los fósiles más representativos de Aragón.

También merece la pena acercarnos hasta la Facultad de Filosofía y Letras, una de las de mayor complejidad de la Universidad de Zaragoza, con gran relieve en el panorama español. Además, cabe destacar la Biblioteca de Humanidades María Moliner, con su amplia colección de libros y servicios.

Una vez recorrido el campus universitario, nos adentramos por la calle Pedro Cerbuna y nos dirigimos a la librería Antígona, especializada en humanidades, que dispone de secciones de poesía, narrativa, filosofía, historia, crítica literaria, arte, fotografía o cine. Además, ofrece una amplia selección de revistas de literatura y pensamiento. Esta librería organiza numerosas actividades como presentaciones de libros y lecturas poéticas, lo que la convierte en espacio de referencia de la vida social y cultural de la ciudad.

Acabamos la ruta de nuevo en la plaza San Francisco para coger el tranvía.