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Judía, musulmana y cristiana. Todas las culturas se reflejan en las calles del Casco Histórico, donde también convive el arte mudéjar, barroco, románico o gótico en unas callejuelas únicas con plazas llenas de historia y tiendas o bares en los que pasar momentos irremplazables.

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Inicio: Parada de tranvía de César Augusto

Final: Parada de autobús Plaza de Ariño, líneas 35 39

Puntos de interés: Iglesia de San Pablo, basílica del Pilar, la Seo, Museo Pablo Gargallo, iglesia de San Felipe, Teatro Romano, Centro de Historias, Museo Origami.

Distancia de la ruta: 5,5 km.

Tiempo invertido: 1 h. 15 min.

Consejos: Calzado cómodo.

Dificultad: Muy fácil.

Calorías consumidas: 220 kcal.

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Comenzamos la ruta bajándonos en la parada de tranvía César Augusto para iniciar nuestra visita por el barrio de San Pablo. Al final de la calle del mismo nombre, encontramos la Iglesia que da nombre al barrio. De estilo gótico mudéjar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su torre-campanario tiene una altura de 66 metros y es una de las más antiguas del mudéjar zaragozano.

Continuamos por el callejón Sacramento hasta llegar al Centro Musical y Artístico Las Armas, un espacio en el que se concentra la música, el arte y la cultura del barrio. Aquí se organizan conciertos al aire libre en el escenario habilitado para ello. Junto a este centro encontramos comercios muy peculiares como galerías de arte, estudios de diseño, librerías gráficas o tiendas de muebles vintage. Además, estos y otros comercios organizan el segundo domingo de cada mes un mercadillo en el que comprar a buen precio ropa, libros, vinilos, instrumentos o complementos de todo tipo y que ha ayudado a revitalizar el barrio.

Llegamos después a la calle Casta Álvarez para visitar el Teatro del Mercado, que recibe este nombre al estar ubicado en un edificio de estilo neorrenacentista que fue el mercado de pescados de la ciudad en 1928. Durante todo el año se pueden ver aquí obras de teatro.

Además, el barrio destaca por su arte urbano, con sus calles llenas de increíbles graffitis. Llamativa también es la iniciativa “Estonoesunsolar”, gracias a la cual se convirtieron distintas zonas ruinosas en nuevo espacio destinado a jóvenes y ancianos que conjugan el deporte, el aprendizaje y el ocio en la calle.

Una vez visitado el barrio de San Pablo podemos volver por la avenida César Augusto para introducirnos por la calle Torrenueva hasta llegar a la plaza San Felipe, una plaza tranquila y propicia para relajarse paseando. Aquí encontramos la iglesia de mismo nombre, muestra de la arquitectura barroca zaragozana, y el Museo Pablo Gargallo, situado en el Palacio de los Condes de Argillo, edificio tardorenacentista que data del siglo XVI. Aquí podemos deleitarnos con numerosas esculturas, dibujos y grabados del genial artista aragonés, como su famoso Profeta o la delicada Kiki de Montparnasse.

A continuación bajamos por las calles el Temple y la Virgen para llegar a la plaza César Augusto, que, como la vía, recibe su nombre del emperador romano que ordenó la construcción de la ciudad en el año 23 a. C. Aquí encontramos restos de la antigua muralla romana, así como una estatua en bronce construida en su honor. Destaca también el torreón de la Zuda, cuya imagen actual responde a la reedificación de la segunda mitad del siglo XVI. Antes, fue la torre del homenaje del alcázar sarakustí, edificada sobre uno de los torreones de la muralla romana. En 1118 los musulmanes rindieron la ciudad a Alfonso el Batallador, tomando posesión el Rey el día siguiente de La Zuda que, según la capitulación, debía ser ocupada por las tropas cristianas. Esta toma de posesión simbolizaba la ocupación de la ciudad.

Justo al lado encontramos la plaza de San Juan de los Panetes, reformada a raíz de la construcción de la línea 1 del tranvía, lo que supuso la rehabilitación de más de 4000 m² de superficie peatonal. En la iglesia de San Juan de los Panetes se renovó la escalinata, convirtiéndola en un graderío con amplias dimensiones que invita al visitante a descansar y relajarse al sol. La iglesia, de estilo barroco, es Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional.

Recorriendo unos pocos metros llegamos a la plaza del Pilar, la tercera más grande de Europa, y que destaca por su templo barroco, uno de los centros de peregrinación más importantes dentro del mundo católico. Es también un centro artístico de primer orden que reúne obras de gran valor de diferentes épocas. Destacan el Retablo Mayor del siglo XVI realizado por Damián Forment, el Coro Mayor, el órgano y la Santa Capilla (diseñada por el arquitecto Ventura Rodríguez), obra maestra del arte dieciochesco que alberga la columna en la que reposa la imagen de la Virgen del Pilar, una talla de madera del siglo XV. Imprescindible asimismo admirar los magníficos frescos de la bóveda del Coreto y la cúpula Regina Martyrum, obra del maestro Goya. Además, aquí encontramos el Museo Pilarista, una exposición de joyas y objetos donados a la Virgen del Pilar a lo largo de la historia. Contiene diversos bocetos de las pinturas que se encuentran en la Basílica y una pequeña muestra de los mantos de la Virgen.

Un espacio en el que merece la pena detenernos en la plaza del Pilar es el pasaje del Ciclón, edificación de arquitectura modernista construido entre los años 1882 y 1883 por el arquitecto zaragozano Fernando de Yarza con un elegante aire francés. Tras la Expo del 2008, este pasaje se renovó y actualmente encontramos en él diferentes comercios y cafeterías llenas de vida.

Justo al lado encontramos la plaza de la Seo. La catedral está construida sobre la mezquita mayor de la antigua ciudad musulmana. La Seo es un ecléctico conjunto de estilos que combina desde el Románico hasta el Neoclásico. En el exterior destaca el muro de la Capilla parroquial de San Miguel arcángel, obra cumbre del mudéjar zaragozano, y en el interior el retablo mayor gótico, realizado en alabastro policromado. Al salir, podemos dar un breve paseo por la cercana plaza de San Bruno y tener la oportunidad de disfrutar de la visión del famoso Arco del Deán, situado junto al Museo de Tapices de La Seo. En esta zona se celebra todos los domingos un mercadillo en el que comprar todo tipo de antigüedades, objetos artesanales o productos fabricados de forma tradicional.

Tras visitar el Pilar y la Seo subimos por la calle Don Jaime para recorrer algunos de los lugares más destacados del Casco Histórico. En esta zona descubrimos todas las culturas que se reflejan en sus calles: romana, judía, musulmana y cristiana. Esta ruta nos permite conocer la historia de la ciudad a través de sus callejuelas, sus plazas, sus bares o sus tiendas.

A mano derecha de esta céntrica calle dejamos la plaza Ariño, en la que destaca el sobrio palacio de los Condes de Ariño. Seguimos por la calle San Jorge, que recorremos hasta llegar a la plaza San Pedro Nolasco, escenario habitual de conciertos y actuaciones teatrales durante todo el año. En ella, destaca alta y esbelta la iglesia desacralizada del Sagrado Corazón de Jesús, en cuyo interior se puede visitar la exposición del Rosario de Cristal. Justo al lado de esta plaza encontramos el Teatro Romano, construido durante el siglo I e integrado en el tejido urbano. En el Museo del Teatro podemos contemplar piezas arqueológicas, fruto de los hallazgos en la excavación del enclave, así como maquetas, infografías y reconstrucciones que ayudan a comprender la grandiosidad que alcanzaría el edificio escénico.

A escasos metros de esta zona, junto a la calle Mayor, se encuentra la plaza Santa Marta, llena de bares y terrazas idóneas para tapear y más con la llegada del buen tiempo. Si continuamos por la calle Mayor, atravesamos la calle San Vicente de Paul y el Coso y llegamos a la plaza San Agustín, un espacio histórico en el que se ubica el convento del mismo nombre, con fachada barroca, que fue fundado por los Agustinos en el siglo XIII.

En esta plaza encontramos también el Centro de Historias, un espacio cultural destinado a la interpretación de la historia de la ciudad y al desarrollo de su actividad. Aquí se celebran multitud de actividades culturales, como ciclos de conferencias, debates, presentación de libros o talleres, entre otras muchas. En 2013 se inauguró en la parte superior del centro la Escuela-Museo Origami de Zaragoza, un lugar de encuentro para profesionales y aficionados del origami que cuenta con una amplia colección realizada por los miembros del Grupo Zaragozano de Papiroflexia a lo largo de su historia.

Una vez visitado este Centro podemos volver hasta la calle el Coso, que recorremos hasta llegar a la plaza de España, en cuyo centro encontramos uno de los primeros monumentos conmemorativos de importantes dimensiones erigidos en Zaragoza, el de los Mártires de la Religión y de la Patria. Además, en esta plaza encontramos también el Banco de España y el Teatro Principal, en donde, además de las representaciones, también hay un bonito y coqueto bar en su planta calle y un restaurante en el que comer en un enclave único.

Desde aquí podemos adentrarnos en el Tubo, una zona idónea para ir de tapas y muy animada cuando empieza a anochecer, que destaca por la estrechez de sus vías. Entre las calles de los Mártires, Estébanes y Cuatro de Agosto encontramos infinidad de bares, tascas y restaurantes en los que conocer la gastronomía típica de la ciudad y pasar un rato agradable saboreando las especialidades de cada local. Terminamos la ruta cogiendo el autobús en la plaza de Ariño, donde pasan las líneas 35 y 39.

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